Brenda Quevedo Cruz, víctima de la fábrica de culpables, acusada con pruebas manipuladas en el caso Wallace. Actualmente, se encuentra recluida en prisión, en calidad de procesada. Después de 7 años de lucha legal, aun no ha sido juzgada.
La única prueba que existe en su contra es la declaración de Juana Hilda, obtenida bajo coacción y sin presencia de un abogado, transgrediendo su derecho al debido proceso consagrado en los artículos 14, 16 y 20 de la constitución mexicana y los tratados internacionales en materia de protección de derechos humanos, como la declaración universal de los derechos humanos, articulo 10 y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, articulo 8. Consecuentemente, invalidando todo valor probatorio de dicha prueba.
Brenda ha sido torturada dos ocasiones, una en Santiaguito, el 27 de Noviembre del 2009 y otra en el complejo de la Islas Marías, 13 de Octubre del 2010. Esta última, siendo aislada e incomunicada durante un mes después de haber sido torturada. Dicha tortura con la finalidad de obtener una confesión de un hecho delictivo que Brenda no cometió. Queremos que el estado mexicano repare los daños causados y libere a Brenda de forma inmediata.
La tortura es un cáncer crónico del sistema judicial mexicano. La prohibición a dicha práctica se encuentra contemplado por la constitución mexicana en el artículo 20 b) y en una gran cantidad de tratados internacionales firmados y ratificados por México, tales como:
La Declaración Universal de Derechos Humanos en su artículo 5; El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, artículo 7; La Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (1984), Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo 5.
La madre de Brenda y las asociaciones implicadas en el asunto estamos preocupados por la gravedad tal situación, violatoria de los derechos humanos. Después de todo ese sufrimiento, Brenda sigue sosteniendo su inocencia, además de una gran cantidad de elementos que nos permiten creer en ella. Por lo tanto, es nuestro deber alzar la voz de los inocentes presos en prisión.
Luis Vargas
AFCDDH
Culpables Fabricados 
Estoy en contra de la violencia y el maltrato ejercido contra Brenda Quevedo, todos merecemos un juicio justo, si no hay suficientes pruebas deberían dejar libre a Brenda. Que triste que en nuestro país las garantías individuales y los derechos humanos no existan mas que en los libros. No imagino el dolor de su madre al ver a su hija siendo maltratada, Enriqueta Cruz es una madre excepcional que crio a sus hijos con mucho amor, tuve la fortuna de conocerla en una parte de mi vida laboral y es un ser humano integro, a quien este procese la ha devastado físicamente, emocionalmente y económicamente. Ojala se haga justicia.
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Hola sr (a) Flores,
Le agradezco mucho su comentario. Lamentablemente en la práctica falta mucho por hacer para que las leyes que protegen a los ciudadanos se hagan valer por los entes gubernamentales. Por nuestra parte solo nos queda seguir luchando y difundiendo este tipo de abusos.
Saludos cordiales,
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